Datura by LM DeWalt

Datura by LM DeWalt

autor:LM DeWalt [DeWalt, LM]
La lengua: eng
Format: epub
Tags: vampiro, de búsqueda, el amor, soledad, adolescentes, jóvenes, adultos, sangre, venganza, lo paranormal, la sangre, el romance, la familia, escuela, universidad, viajes, tiempo
editor: Central Avenue Publishing
publicado: 2014-05-21T07:00:00+00:00


Dieciocho

El muchacho se enroscó en su lado en la cama del cuarto de huéspedes mientras busque en mi maleta por lo que sea para atar sus muñecas y tobillos. Había llamado un taxi para Christian antes de que tomara al aire con el muchacho inconsciente entre mis brazos. La puerta principal abrió y cerró de golpe mientras saqué una bufanda de mi maleta. Sería mejor que nada amarrar por lo menos sus brazos por el momento.

“¿Qué demonios haces?” Christian tiró la puerta del dormitorio, dejándola golpear contra la pared.

“¿De qué hablas?”

“¿Te das cuenta que ahora somos unos secuestradores? ¿Qué pensabas, Lily? ¡Dije que lo ayudemos, no que lo amarremos como si fuera un preso!” Su voz era más áspera que nunca y me congelé sobre el piso.

“¡No es como si secuestramos a un inocente! Este niño ha estado siguiéndonos por todas partes desde que llegamos aquí: primero, en la calle cuando andábamos al mall, luego en el mall, en la playa, en el espectáculo, y ahora esto. ¿De verdad piensas decirme qué hago algo malo? Tan pronto esté consciente, correrá. No dejaré que pase eso hasta que consiga respuestas.” Fui para comenzar a amarrar sus muñecas. Él gimió un poco, pero no abrió los ojos.

“Esto está muy mal, Lily. Alguien va a buscarlo. Es sólo un muchacho. Debe tener una familia,” Christian se sentó en la cama al lado de él para examinar su cuello. “¿Va a estar bien?”

“Por supuesto. No tomamos mucho. Dormirá un rato.”

“Tenemos que sacarlo de aquí antes de que se despierte. Es lo mejor, pienso.”

“¡No! Quiero saber quién es. Quiero saber quién lo envió. Él no va a ninguna parte hasta que hable.”

“¿Es tan importante? ¿Quieres tener más problemas por esto?” Vino para pararse detrás de mí y envolver sus brazos alrededor de mi cintura.

Lo aparté y di vuelta. “Estoy cansada de esto, Christian. ¡Quise normal! ¡Esto no es normal! Estamos en nuestra luna de miel y estamos siendo perseguidos. ¿Por qué siempre tiene que ser nosotros?”

“Tal vez están detrás de nosotros por dinero. Pueden ver claramente que somos turistas. Si ellos saben algo sobre Aloysius entonces saben que él tiene dinero, mucho dinero,” razonó él. Sacudí mi cabeza.

“¿Entonces por qué no simplemente esperar hasta que salgamos y robarnos? ¿Por qué tanta cosa con seguirnos a todas partes que vamos? Ese niño no sólo nos espiaba, pero él hasta confesó que lo enviaron para matarte. ¿Por qué?”

“No sé.” Él se sentó en el borde de la cama y miró la cara del muchacho durmiente. “Parece que tendremos que esperar para conseguir nuestras respuestas.”

“Christian,” me senté al lado de él, tomé su mano, y contemplé mi regazo. “Perdóname que estoy así, pero quise que este viaje fuera perfecto y ha sido nada más que problemas.”

Su mano, suave en mi barbilla, jaló mi cara hacia la suya. “Es perfecto. Eres mi esposa para toda la eternidad ahora. ¿Qué más podría pedir?”

“Adivino que tienes razón. Ya hemos tratado con peor, ¿verdad? Realmente estoy preocupada sobre algo, sin embargo.”

“¿Sobre qué?”

Ingerí con fuerza, exagerando mi punto.



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